lunes, 3 de diciembre de 2012

COMCEPTO DE HOMBRE POR TRES GRANDES FILOSOFOS

Según pensadores como Sócrates, Platón y Heraclito. Un rasgo muy humano es la satisfacción de las necesidades a través del trabajo; en el ejercicio de éste se desarrollan diversas técnicas y herramientas cuyo correcto uso conforma el conocimiento.

Sócrates

(filosofo ateniense del S.V a. C.), lo que constituye nuestra naturaleza humana es la virtud, entendida como el saber actuar bien. También afirma que la persona una criatura en constante búsqueda de sí misma, que en todo momento de su existencia debe mantener bajo examen y escrutinio racional las condiciones de esta. El ser humano se distingue en Sócrates, por poder dar una respuesta racional a cualquier pregunta racional que se le haga sobre sí mismo.




Platón

(filosofo ateniense del S.V a. C.) lo real y verdaderamente humano se encontraba en el alma. Para él el alma es la esencia humana y el cuerpo un instrumento a su servicio. Entonces para Platón el ser humano es un alma racional encadenada a un cuerpo material y sensible, que busca salir de él para retornar a un estado original de perfección a través de una continua lucha por el logro de mayores y más perfectos conocimientos y evitando caer en los apetitos de su ser sensible y material. De donde se concluye que la función prioritaria de todo ser humano ha de ser el cultivo de su inteligencia como un deber moral por el rescate de su alma de lo terrenal, DEXA (mundo sensible) y su retorno al mundo superior, de la perfección llamado EPISTEME (mundo inteligible).





Heráclito

De acuerdo a Heráclito es posible distinguir entre clases de hombres, siendo la proporción en que se divide su naturaleza desalentadora de principio “ Los más son malos, y los buenos pocos” . Son entonces los malos hombres los que dominan por número este mundo, distinguiéndose unos de otros principalmente por los móviles de sus acciones: “Los mejores prefieren una cosa sobre todas: en vez de lo perecedero, fama sempiterna. Mientras que los más se sacian como animales.” Mientras unos piensan en una trascendencia temporal, lograda con la realización de actos que los hagan memorables, los malos, que son más, se dejan dominar por sus instintos, haciendo de su vida un etéreo sustrato que se extingue fácilmente. En lo referente a la capacidad cognitiva del hombre, el ser humano comparado con la divinidad es sumamente inferior, como hace constatar Heráclito: “El más sabio de entre los hombres parece, respecto de Dios, mono en sabiduría, en belleza y en todo lo demás.”. Esto nos indica dos cosas, primero que el ideal es caracterizado por dios, como se reafirma con: "Para el Dios todo es bello y bueno y justo; los hombre, por el contrario, tienen unas cosas por justas y otras por injustas. y segundo, que el conocimiento aparece entonces como algo inalcanzable, estando el hombre impedido fácticamente de inicio a la consecución de nociones que pueda ostentar como tales, ya que se dice: “Lo que el mejor opinador conoce y guarda en el mejor de los casos son opiniones” matizado con un: “Opiniones humanas: juegos de niños”. Cosa enormemente irónica y desalentadora, estando el logos, traza de conocimiento, frente a nosotros todo el tiempo, palpitando su verdad, tal como nos dice el fragmento B1. ¿Qué puede hacer entonces el hombre, si además de estar impedido para conocer, desde el momento mismo del nacimiento inicia su camino de sufrimiento?: “Una vez nacidos, buscan vivir y cáeles en suerte el penar; mejor fuera el descansar en paz. Y dejan tras sí hijos con el mismo lote de penas.” al parecer nada; pero un último resquicio de esperanza se encuentra aquí: “Para los despiertos hay Mundo común y uno; los dormidos se vuelven cada uno al suyo” después de todo, algunos hombre son capaces de intuir el logos, y al parecer de Heráclito, ellos son lo más rescatable de la humanidad.

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